Gozar de plenitud y buena salud tiene mucho que ver con la práctica de hábitos sanos.
Se puede definir una vida saludable como el conjunto de costumbres aplicado por un individuo en su día a día el cual le aporta equilibrio, seguridad y salud a él y a su entorno.
Para disfrutar de ella debemos evaluar como están nuestros hábitos.
En este sentido evaluaremos algunos factores para determinar que tanto podemos mejorarlos o mantenerlos en nuestro estilo de vida.
3 factores que determinan una vida saludable
- Alimentación.
¿Qué consumimos?
Muchas veces nos perdemos en la rutina y las ocupaciones.
En ese punto es probable que se recurra a las preparaciones o compras de comidas prácticas y poco saludables.
La nutrición es un aspecto que forma parte fundamental de nuestra vida y debe recibir más atención de lo que pensamos.
Pues de ella depende en gran parte nuestro desarrollo y bienestar tanto físico como emocional.
Es por esto que te daremos sugerencias y una alerta con los alimentos que debes evitar o disminuir el consumo.
Azúcar
Este alimento que muchos aman, está directamente relacionado con enfermedades como obesidad, hipertensión, diabetes incluso el cáncer.
De cualquier forma que sea su presentación es un alimento procesado en donde cada tipo tiene su proceso químico.
Ejemplo de ello es el azúcar moreno que está compuesta por azúcar blanca y melaza.
La melaza es la miel de la caña. Este tipo de azúcar también contiene glucosa y sacarosa.
Al ser consumida sin control como en preparaciones de alimentos y bebidas puede afectar considerablemente nuestra salud, incrementando los niveles de glicemia en la sangre.
Carbohidratos.
Es llamado por muchos especialistas como el enemigo número 1 de nuestra dieta nutricional.
Sobre todo para pacientes con antecedentes de enfermedades como la diabetes y la obesidad.
Estos hidratos de carbono contienen glucosa que es un elemento que aporta energía en la musculatura.
Según el tipo de alimento puede contener más o menos niveles de glucosa.
Cuando tu dieta se basa en un consumo elevado de carbohidratos, no equilibras los niveles de glucosa y si le sumamos que puedas tener hábitos sedentarios corres el riesgo de desencadenar dificultad en la metabolización de lípidos y glúcidos.
Sodio.
Este elemento proviene de la naturaleza y es altamente reactivo en su proceso químico.
Está presente en la sal, listo para consumir y aderezar nuestros platos.
Sin embargo, aun cuando es necesario en nuestra dieta como ingrediente básico para preparar los alimentos, este elemento también está presente en todos los productos enlatados que vemos en el mercado.
Como otros ejemplos se encuentran el pan blanco o integral, alimentos procesados y condimentos como la salsa inglesa y salsa de soya.
Entonces, al no medir la ingesta de este factor generalmente tendemos a consumir más sodio del que nuestro cuerpo necesita.
Lo que puede ocasionar la aparición o agravamiento de enfermedades renales, cardiacas o de hipertensión.
Lípidos.
Nuestro cuerpo también necesita recibir grasas de los alimentos que ingerimos.
Pero cuando excedemos de las comidas que aumentan los niveles de colesterol malo (LDL) puede provocar situaciones médicas que deben ser controladas muchas veces con medicación y dietas estrictas.
Para evitar este tipo de circunstancias de salud desfavorable, es necesario controlar la cantidad de alimentos grasos que consumimos.
En este sentido, las sugerencias serán sobre la base de medir alimentos como: huevos(yema), carne de res, mantequilla, aceite de palma, tocino, leche completa, chocolates y preparaciones fritas.
En ocasiones, el secreto estará en la cantidad y frecuencia en la que incorporamos estos elementos a nuestra nutrición.
- Desempeño físico.
¿Cómo está nuestra energía física?
Para personas que cumplen largas jornadas de trabajo y para algunas que apenas comienzan a adaptarse al trabajo desde casa, es común observar la ausencia de actividad física.
Esto puede parecer un pequeño detalle mientras comienza.
Pero cuando la falta de actividad se convierte en un hábito, contribuye a crear rutinas sedentarias que afectan nuestra salud en un mediano o largo plazo.
Lo ideal es crear planes por semana que nos incentive a cumplir por lo menos 1 hora o un poco menos para activar nuestro cuerpo.
- Conducta emocional.
¿Cómo trabajamos nuestros pensamientos?
Prestar atención a las comidas que ingerimos es de suma importancia.
No obstante, la información que le damos a nuestro cerebro es vital para entender la calidad de nuestros pensamientos.
Al igual que como llevamos el nivel de nuestras emociones ante los acontecimientos positivos o negativos que nos puedan suceder.
Es necesario garantizar que la manera como actuamos con nosotros mismos y nuestro entorno sea la más adecuada.
Ejemplo de ello, sería aprender a manejar el estrés, ansiedad, depresión o algún tipo de adicción y buscar ayuda profesional cuando se considere necesario.
Apoyarse con psicólogos o terapeutas debería ser tan normal como llevar a nuestros hijos al pediatra para medir que todo esté bien con su crecimiento.
Encontrar las herramientas para mejorar nuestras conductas emocionales no solo nos beneficiará como individuos también al entorno familiar y social donde nos desenvolvemos.
Por ello, aprender en casa una vida saludable es posible.
Esto implica el compromiso de adquirir y mejorar los factores antes mencionados y cualquier otro elemento que como individuos consideremos que influyen en nuestro bienestar.
Dejar viejos patrones de conductas erradas, relacionarnos con personas queridas y que sumen de forma positiva a nuestra vida también formará parte de la construcción de hábitos para una vida saludable.
Ahora, vamos a explicar como se puede conseguir una vida saludable haciendo pequeños cambios en nuestro comportamiento y crear nuevas rutinas hechas en casa.
Hábitos sanos desde casa
Es importante aprender en casa una vida saludable.
En esta sección profundizaremos en el aspecto emocional como factor influyente en conseguir una vida saludable.
Así que te presentaremos algunas técnicas para gestionar de forma positiva nuestras emociones.
Las emociones están presente en la vida de todas las personas, puedes ponerles color, puedes considerarlas negativas o positivas, pero siempre estarán presente.
Lo importante es aprender a manejarlas en cualquier circunstancia que se nos presente, porque de esta manera no solo mejoraremos nuestra manera de actuar y relacionarnos con los demás sino también que seremos ejemplo para nuestros hijos.
Practica la respiración.
Esta técnica se puede hacer de varias maneras con la intención de gestionar de forma individual cada circunstancia.
Hacerlo ayudará a:
- Calmar el estrés.
- Disminuir la ansiedad.
- Controlar la frustración.
- Calmar la ira.
La respiración honda consiste inhalar por la nariz y llevar el aire a los pulmones luego dejarlo salir de forma lenta por la boca.
Por otro lado, la respiración abdominal se trata de mantener el aire en el estómago.
Esto podremos saberlo al colocar una mano en el pecho y la otra en el abdomen y sentiremos que nuestro estómago se va inflando.
Ahora, la respiración por las fosas nasales se hace tapándose una fosa mientras inhalas y luego se hace lo mismo en la otra fosa nasal.
También existe un tipo de respiración para controlar la ira.
En esta, se suelta el aire de forma intensa asegurando que todo salga y retomamos la inhalación cuando el cuerpo lo indique.
Haz una lista de tus logros.
Dependiendo de lo que cada persona necesite, se puede hacer diario, semanal o cada mes.
Las personas necesitamos reiterarnos lo valiosa que somos y lo que ha significado el logro de cada objetivo que nos proponemos.
Desde el logro que consideres más pequeño hasta el que califiques como el más alto, reconociendo que siempre puedes seguir adelante e ir por más.
Aprende a vivir el presente.
No es antes ni es después.
Se debe aprender a vivir el ahora. Cada momento que se vive es único y se puede aprender a mirar lo esencial de todas las cosas que vemos y percibimos.
Tanto vivir en la culpa (pasado) como en la ansiedad (futuro) es sumamente perjudicial para nuestros pensamientos.
Esto puede generarnos un carrusel de emociones que pueden variar en su intensidad, pero que pueden llegar a manifestarse en dolencias físicas.
Descansa.
En el momento que lo consideres necesario debes tomar descansos cortos que te permitan canalizar lo que estés sintiendo en ese instante.
Permitirá respirar y disminuir la impulsividad que pueda generar alguna emoción.
Cuando vuelvas de ese descanso sabrás cuál será la mejor manera de gestionar una circunstancia determinada, hasta identificar si debes poner limites a personas o a situaciones.
Ejercita tu mente con la meditación.
Esta técnica busca el vínculo profundo de tus emociones y a disminuir los pensamientos negativos.
También ayuda a conocernos y ser conscientes de quienes somos desde el interior.
La técnica del espejo.
Consiste en mirarnos en el espejo con la finalidad de hacernos consciente de lo que estamos sintiendo en ese momento.
También es usado por algunos terapeutas para elevar los niveles de autoestima en algunas personas.
Creando un plan donde las personas pueden hablarse así mismas y reafirmar quienes son y las virtudes que poseen.
Antes de finalizar queremos dedicarle un espacio a los pequeños de la casa.
Con el fin de sugerir hábitos saludables que se pueden enseñar a una temprana edad y que sin duda contribuirán con el desarrollo del niño y con el aporte que este hará a la sociedad.
Cómo tener una vida saludable con niños [H2]
Los elementos descritos a lo largo de este artículo repercuten también en los niños.
En ese caso ya hemos mencionado las actividades físicas, la nutrición y la parte emocional que también es aplicable a nuestros hijos.
No obstante, hay factores de la conducta humana que si se adoptan de forma positiva pueden fomentar una vida saludable secundaria.
Fomentar hábitos secundarios para una vida saludable en niños ayudará a la formación de seres humanos integrales.
Ahora mencionaremos los siguientes factores.
Enseñar el valor del dinero.
Hoy en día y con la tecnología a la mano de nuestros hijos, el acceso a la información se hace inmediato, a solo un clic.
Sin embargo es preferible que los valores sean inculcados desde el hogar.
Enseñarles el papel que juega el dinero en la familia es importante para que ellos comprendan de:
- Esfuerzo y ahorro.
- El valor de los servicios que disfrutan.
- Cómo se obtiene la comida en casa.
- Cómo se paga los juguetes y las horas de entretenimiento.
Esto puede hacerse mediante juegos, pequeñas charlas o prácticas de contar dinero en casa antes de hacer el mercado, por ejemplo.
Lo importante es que sea de una forma didáctica, amena y sin exageraciones, respetando la etapa y edad en la que se encuentre el niño.
Uso racional del agua.
También es importante hacerlos poco a poco conscientes del valor de este recurso indispensable para vivir.
Así pues, le mostraremos como podemos disfrutar de ella y la importancia de no despilfarrarla.
Reforzar el intelecto en nuestros hijos mostrándoles de forma sencilla todo lo que podemos hacer con el agua potable dejando claro que existen zonas que carecen de ella.
Esto los hará sensibilizarse ante el prójimo y despertará interés y empatía frente a otras circunstancias.
Es probable que con su intelecto e imaginación encuentren grandes soluciones para un mundo mejor.
Cuidar del medio ambiente.
Nos preocupamos por las calificaciones, por el desempeño en la escuela y en las disciplinas donde puedan participar nuestros hijos.
De la misma manera es importante enfocar nuestra atención en fomentar el desarrollo de un carácter integral donde también importe el medio que lo rodea.
Un ejemplo sería comenzar a practicar desde el hogar el reciclaje.
Cómo podemos disminuir la cantidad de desechos que generamos diariamente desde casa.
Realizar pequeñas actividades donde puedan reutilizar envases plásticos y puedan transformarlos en objetos de utilidad personal o para el hogar.
Dominar todos los factores mencionados en esta publicación elevará nuestro nivel de madurez y nos ayudará a afrontar cualquier circunstancia de forma equilibrada para una vida sana y feliz.